domingo, 29 de septiembre de 2013

Lea Tsemel: “Los palestinos tienen la obligación y el deber de resistir la ocupación”

Lea Tsemel (Fotografía: Carlos Pérez Cruz)

En toda situación extrema surgen personas extraordinarias dispuestas a sacrificarse por los demás. Ser abogada y defender a palestinos en Israel es un sacrificio extraordinario, sobre todo si no se ejerce de oficio y sí por convicción. Lea Tsemel (Haifa, 1945) es uno de esos valiosos (por demasiado escasos) asteriscos dentro de un país cuyas políticas de colonización de territorios palestinos requieren la ciega unanimidad de su pueblo (y el muy sonrojante cinismo y beneplácito por inacción de la comunidad internacional) para llevarlas a cabo. Las voces disidentes lo pagan, como mínimo, con el desprecio. Con una edad que a muchos habría hecho disfrutar de la jubilación, Lea admite seguir teniendo “mucho trabajo por hacer”. Recibe a ‘El Asombrario & Co.’ en el hotel de Iruñea – Pamplona en el que se aloja durante su participación en un curso de verano sobre derecho internacional y derechos humanos en Palestina, organizado por la Universidad Pública de Navarra y la ONG Sodepaz. Parece cansada y se confiesa triste por no haber podido compartir estrado con su colega en Gaza Raji Sourani. Le han impedido viajar a España. Nada más simbólico que un curso sobre Palestina con la obligada intervención por videoconferencia de alguien al que Israel ha impedido salir de la cárcel en que ha convertido Gaza.

Toda una vida en defensa de los derechos de los palestinos. ¿Cuál ha sido el precio personal que has pagado por hacerlo?

No creo haber pagado un precio personal. Mi hijo, que ahora tiene cuarenta años, pagó un precio en su juventud porque sufrió ataques por ser hijo mío. Creo que la gente tenía miedo de atacarme a mí de forma directa. O quizá es que fallaron o que yo era tan idealista que si tenía un precio que pagar lo pagué sin enterarme.

¿Te consideras, de algún modo, una persona idealista?

¡De algún modo! (Risas). De algún modo sí.

Israel es un país verdaderamente complejo. Es injusto tratar de reducir su complejidad humana y su diversidad pero es verdad que la naturaleza del propio país, cómo éste ha sido creado y lo que el país significa e implica, define a sus ciudadanos más que en otros países. Cada país tiene sus propias circunstancias y cosas de las que avergonzarse aunque, por supuesto, la gente trata de hacer su vida lo mejor que puede. ¿Es la realidad de Israel tan particular que sería especialmente injusto e incluso inmoral vivir allí sin tener en cuenta lo que Israel hace con los palestinos?

La vida en Israel es muy particular. En primer lugar, porque es un Estado muy joven en el que la gente siente que todo está empezando. Recibimos una educación muy patriótica y nacionalista. Es muy difícil salirse de la línea patriótica que trazan para ti en la escuela, en los movimientos juveniles o en el ejército, por el que tiene que pasar todo el mundo. Así que es bastante difícil escapar de eso, quedar al margen de la gente “normal”, de un ambiente en el que todo el mundo quiere lo mismo. Y además hay un miedo existencial que quizá no se encuentra en la vida cotidiana pero sí en la permanente amenaza de las guerras, siempre hay una guerra en el horizonte, un ataque… Y, ¡sobre todo!, no olvides que nos situamos a nosotros mismos como enemigos del progreso, como enemigos de la libertad, como enemigos de la democracia, como enemigos de todo lo que sea progreso y mirar hacia el futuro. (Israel) es, en sí mismo, la fuente de sus propios miedos. Cuando hay miedo la gente quiere sentirse unida, cantar al unísono. Así que lo hace más difícil.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Todos los caminos están cerrados (Capítulo 11)

Contenidos del undécimo programa de Todos los caminos están cerrados:

Ilya U. Topper (Foto: Carlos Pérez Cruz)

Entrevista con el periodista Ilya U. Topper (Almería, 1972). Periodista de origen familiar alemán, nacido en 1972, su infancia transcurrió entre Marruecos y España. A lo largo de su trayectoria profesional ha trabajado en Líbano, Uzbekistán o Iraq, entre otros países. En 2001 se infiltró durante casi un mes en un asentamiento de colonos judíos en Cisjordania, en los Territorios Ocupados de Palestina. En la actualidad reside en Estambul donde ha trabajado para medios como el diario 'El Mundo' o, en la actualidad, para la Agencia EFE. Es, además, uno de los coordinadores de la revista digital Mediterráneo Sur. Con él charlamos en un café de Madrid sobre la actualidad de algunos de los países de la región y sus diferentes problemáticas: de Turquía y sus recientes revueltas, de la situación de la cuestión kurda, de la guerra de Siria, de Israel y Palestina o de Egipto, entre otras cuestiones. A lo largo del programa escuchamos música de Javier Ruibal, Joan Manuel Serrat y Yasmin Levy seleccionada por el invitado.


viernes, 13 de septiembre de 2013

José Antonio Martín Pallín: “Israel tiene una carencia absoluta de valores democráticos”


Magistrado emérito del Tribunal Supremo, el gallego José Antonio Martín Pallín (A Coruña, 1936) ha sido uno de los ponentes del curso de verano organizado por la Universidad Pública de Navarra y la ONG Sodepaz titulado ‘Derecho Internacional y Derechos Humanos: alternativas para el cumplimiento de la legalidad en Palestina’, celebrado los días 4 y 5 de septiembre en Iruñea – Pamplona. Martín Pallín es miembro del Tribunal Russell sobre Palestina que, en sesión celebrada en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) en 2011, concluyó que Israel practica un sistema de ‘apartheid’ con los palestinos. El magistrado, que también presidió la Asociación pro Derechos Humanos de España, compartió desayuno en su hotel con El Asombrario & Co. al día siguiente de su conferencia sobre la “convivencia jurídica” de España con Israel, un país para el que la Biblia puede servir como contrato de propiedad de la tierra. Y claro, “cuando a un jurista le invocan a Yahvé… ¡Yo no puedo hablar con Yahvé!”.

Texto y fotografías: CARLOS PÉREZ CRUZ

Hablamos en el marco de unas jornadas tituladas Derecho Internacional y derechos humanos: alternativas para el cumplimiento de la legalidad en Palestina. Desglosemos. Derecho internacional. Israel, líder mundial en incumplimiento de las resoluciones. En definitiva, campeón mundial de la violación del derecho internacional.

Efectivamente. Y además, sin que haya merecido un reproche por parte de los países con más solera democrática y con más tradición y potencia en el mundo internacional. Esto quiere decir que goza de una cierta patente de corso por una serie de razones que sería largo enumerar. En estos momentos, quizá por su posición geoestratégica dentro de ese espacio convulso que es Oriente Próximo.

Derecho internacional y derechos humanos. ¿De qué forma se traduce en Israel el incumplimiento de los primeros en la violación de los segundos?

Esa patente de corso, a la que me he referido, ha dado lugar a que el Estado de Israel, que ha sufrido durante un periodo de tiempo atentados graves, atentados suicidas –atentados como han sufrido España, Inglaterra y otros países como Estados Unidos-, haya reaccionado con una política sistemática de ejercicio de la fuerza al margen del Derecho. Ha institucionalizado las torturas y, sobre todo, ha adoptado medidas que han merecido el reproche de la comunidad y de los organismos internacionales, como la construcción del muro.

El título de las jornadas procura la búsqueda de “alternativas para el cumplimiento de la legalidad en Palestina”. Dejemos esa búsqueda en particular para más adelante, rebusquemos ahora en la experiencia personal de José Antonio Martín Pallín. ¿Cuándo viajas allí por primera vez? ¿Con qué idea viajas? ¿Con qué idea regresas?

Tendría que comprobar la fecha, porque soy un desastre, pero creo que en 2006 o 2007 mediante una iniciativa en la que participaban la Asociación Pro Derechos Humanos de España y varios organismos. Estuvimos diez días. Tuvimos oportunidad de recorrer la zona de norte a sur. Nos tuvimos que dividir. A mí me tocó la zona de Hebrón -que es muy significativa, como todo el mundo sabe-, Belén, etcétera. Algunas cosas las hicimos conjuntamente. 

En primer lugar, no te puede dejar insensible la militarización. La imagen común en la mayor parte de los sitios es la de soldados con casco y armamento de guerra que, además, no cumplen funciones estrictamente militares sino policiales, de control de la población. No se dedican exclusivamente a detener a personas sospechosas de actos de terrorismo o de pertenencia a organizaciones terroristas, sino que fundamentalmente se dedican a impedir que la vida cotidiana de las comunidades palestinas transcurra con normalidad. Controles a mujeres, niños y ambulancias, cortes sorpresivos de la circulación, dificultades para recibir asistencia médica -no ya solamente de urgencias sino la del día a día-, incertidumbres incluso sobre si puedes llegar o no al colegio o a la universidad. Y una prepotencia y una arrogancia que… Me llamó la atención que la población palestina, sobre todo las mujeres y los niños, ha aprendido, yo creo que instintivamente, nadie se lo ha enseñado, a mirar muy fijamente a los soldados. Eso me llamó la atención. Había una especie de, por un lado, humillación y resignación pero, por el otro, también desafío. Y me dio la sensación de que algunos soldados no soportaban bien la mirada. Al fin y al cabo, son seres humanos y habrá de todo.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Todos los caminos están cerrados (Capítulo 10)

Contenidos del décimo programa de Todos los caminos están cerrados:

José Antonio Martín Pallín (Foto: Carlos Pérez Cruz)

Entrevista con el fiscal y magistrado emérito del Tribunal Supremo, José Antonio Martín Pallín (A Coruña, 1936). Ha sido presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España y forma parte del Tribunal Russell sobre Palestina que, en sesión de 2011 en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), concluyó que Israel practica políticas de apartheid con los palestinos. Martín Pallín participó en un curso organizado por la Universidad Pública de Navarra y la ONG Sodepaz bajo el título de "Derecho Internacional y Derechos Humanos: alternativas para el cumplimiento de la legalidad en Palestina".